“El Universo Tarifa” como muchos la conocemos, es un lugar donde encontramos un modo de vida independiente, natural y despreocupado. Un lifestyle que ha conquistado sobre todo al turismo extranjero. Éste rincón del mundo es bastante famoso por su viento de Levante que, aunque cuando aprieta fuerte nos trae “las cabezas locas” como solemos decir por aquí; ayuda a la realización de muchas actividades deportivas como el kitesurf o el windsurf. El municipio participa en cuatro espacios naturales protegidos: Parque Natural de los Alcornocales, Parque Natural del Estrecho, Playa de los Lances y Monumento Natural Duna de Bolonia. Un epicentro natural en toda regla.
El casco histórico y sus murallas medievales muy bien conservadas, hacen de este pueblo, un lugar con un encanto particular; el origen arquitectónico andalusí de sus estrechos pasadizos, sus pequeñas plazas y sus calles salpicadas de bares aporta un ambiente especial al entorno Tarifeño. A todas horas del día, sobre todo durante los meses de verano, esta localidad está llena de gente, sus calles nunca vacías se llenan de visitantes y locales que disfrutan cada momento del día ya sea comprando en una de las múltiples tiendecitas de artesanía, tomando unas cañas entre amigos, paseando entre callejuelas o “tomando el fresco” cuando el sol cae. En muchos de los locales podemos disfrutar de espectaculares desayunos a base de productos frescos, zumos naturales y una repostería casera de anotar. Base principal en la dieta del Tarifeño ya que lo que viene después requiere de energía: playa, deporte, risas... Si a nuestro plan queremos añadir una ruta de senderismo, estamos de suerte porque nos encontramos en una zona con múltiples opciones: · Por la costa, tenemos la zona de Pelayo, la cual nos brinda vistas majestuosas a África. · A escasos kilómetros del pueblo, también encontramos el Sendero de San Bartolomé, dirección a la Playa de Bolonia, una ruta preciosa que, además, si sois amantes de la escalada ofrece unas paredes perfectas para ello; una vez arriba, la sensación de libertad y paz es plena, completa serenidad. A un lado, las vistas regalan la increíble Duna de Bolonia, y al otro encontramos la Playa de Valdevaqueros y la Playa de los Lances; ambas seguramente ofreciendo un espectáculo de kites entre olas y cielo.
Por supuesto, cabe mencionar el agradable paseo marítimo de Tarifa. Los chiringuitos a pie de playa son el plan perfecto para cualquier comida o para deleitarse con la puesta de sol al final del día. Chiringuitos como el Waikiki o el Demente, donde casi a diario podremos disfrutar de música en directo o sesiones de Dj para amenizar la cena. La Isla de las Palomas es uno de los puntos que podemos divisar desde la playa de Tarifa, un pequeño islote conectado al pueblo por solo una carretera y que está considerado el punto más meridional de toda Europa. De gran valor histórico y ecológico; en sus cristalinas aguas tienen lugar los conocidos bautismos de inmersión que muchas escuelas de submarinismo realizan; siendo ésta, una de las actividades estrella del municipio. La flora y fauna marinas son un espectacular paisaje que solo tenemos la suerte de ver aquellos que nos enfundamos unas gafas de snorkel y nos armamos de valor para nadar un rato entre corales y peces de colores. Una vez superado esto, el siguiente paso es acudir a las escuelas de submarinismo para conocer este ecosistema desde más cerca y bucear usando bombona de oxígeno, traje de neopreno, aletas... toda una experiencia a vivir al menos una vez en la vida.
Si en nuestras vacaciones no pueden faltar las aventuras, podemos añadir avistamiento de cetáceos al plan de viaje; desde el puerto, varias embarcaciones a lo largo del día zarpan con el objetivo de ofrecer a todo aquel a bordo, la posibilidad de ver con sus propios ojos algún que otro cetáceo como delfines o, si tenemos suerte, algún ejemplar mayor como ballenas que cruzan el estrecho en sus rutas migratorias desde el Mediterráneo al Atlántico o viceversa. Pero las aventuras no acaban aquí, podemos llevarlas a un nivel internacional si tenemos tiempo y ganas; desde Tarifa, podemos coger un Ferry que nos lleva al puerto marroquí de Tanger. Una vez allí, podemos pasarnos el día inmersos en la cultura de este país, saborear su gastronomía, comprar artesanía en sus mercados, especias, etc. Si vamos a Tarifa, no solo estaremos disfrutando de Europa, estaremos disfrutando del mundo entero porque, por suerte, este rincón del mundo es hogar de muchas culturas, muchas lenguas y cientos de tradiciones. Una población autóctona que acoge y hospeda a todo el que necesite respirar, palpar y sentir toda la belleza del sur salpicada por el mar, sus olas y su libertad.